Pablo Jair Ortega
Finalmente esta noche quedó imputado por más de un año de prisión preventiva el exalcalde de Tecolutla y exdiputado federal, José Manuel “N”, acusado de ser autor intelectual del homicidio de René Tovar Tovar, excandidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones de Herrera, al norte de la entidad.
José Manuel “N”, como ya se ha informado, es el brazo derecho del senador Ricardo Monreal —quien dice ser de Morena, pero sólo arremete contra miembros de su propio partido— siendo el secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senador de la República,
que es la máxima autoridad dentro de dicha cámara.
A la detención el 22 de diciembre, se confirmaron varios rumores sobre la manera en que Monreal, a través de José Manuel “N”, operaba en complicidad con el exgobernador y senador veracruzano (y propietario de Movimiento Ciudadano) Dante Delgado Rannauro, quien a su vez también tiene vínculos con el ex gobernador Miguel Yunes Linares.
El objetivo: causar desestabilización política en Veracruz.
Este martes finalmente terminó la larga audiencia que comenzó la tarde-noche de este lunes, en una sesión maratónica donde los 8 abogados de José Manuel “N” no pudieron revertir las pruebas contundentes de la Fiscalía General del Estado. José Manuel “N” quedó vinculado al caso y en prisión; según se comenta al interior de la audiencia, el juez determinó que el funcionario del Senado sí es sospechoso de complicidad en homicidio.
Una parte clave —según fuentes del equipo defensor— es que no se pudieron refutar las pruebas de que el imputado se había trasladado a la zona del homicidio desde un día antes, ni las que demostraron que desde antes del asesinato operó su sustitución.
Con esta determinación, se impone la verdad: sí estaba su colaborador relacionado al homicidio. El caso no fue ni inventado ni construido como pretendió engañar el senador zacatecano a la opinión pública.
En la parte política, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez nuevamente le gana a Monreal, que ya no ve lo duro, sino lo tupido que han sido los reveses políticos desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su respaldo al mandatario estatal, expresando su plena confianza al de Palacio de Gobierno.
Dos asuntos para destacar: el acusado contó con todos los derechos de ley y la fiscalía actuó apegada a derecho; y una vez más se demuestra que en Veracruz ya no hay influyentismo político. La ley es pareja.